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Fuente de la imagen: Rilsonav en pixabay |
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mvc, Málaga, España). En la actual situación económica, social y, por derivación, de crisis medioambiental que vivimos en mi ámbito territorial de actuación (pero, también, en clave global), me huelo que todavía existen directivos. empresarios, políticos... que viven en sus particulares y presuntamente acomodados "
mundos de Yupi", que realmente no sabrían explicar en breves frases, cual es la línea estratégica sostenible de su negocio, actividad empresarial, proyecto político.... Igualmente, me lo pregunto en relación a los técnicos y funcionariado de la administración pública, más de uno apoltronado en puestos, abrigándose con la artificiosa seguridad de su nómina y en el perenne "tomando café" (un día sí y otro también).
Realizaba esta reflexión mientras terminaba de repasar el penúltimo borrador de un plan de reestructuración empresarial y leía la definición, redactada por uno de los colaboradores, de la meta que se esperaba lograr en una de las hipótesis de sostenibilidad, a modo de necesaria declaración de estrategia. ¿En qué compromisos incurría el inversor para conseguir esos objetivos? ¿Está dispuesto el ejecutivo a que la rentabilidad pase a un segundo lugar? ¿y los pequeños clientes?.. En estos momentos de presunta incertidumbre, es vital definir, de manera sincera y continua, el horizonte estratégico de nuestro sostenible proyecto vital. Fuente de la imagen: Rilsonav en pixabay