Fuente de la imagen: Soorelis en pixabay |
(mvc, Málaga, España) Comentaba una colaboradora que con mi enfoque de transparencia en la información y saber hacer operativo ante un partner, estaba propiciando el riesgo de que en un futuro a corto plazo, este presunto “socio estratégico” hiciera saltar por el aire los lazos contractuales y emocionales y nos dejara en la cuneta. Cuestión de perspectiva, le respondí (Fuente de la imagen: Soorelis en pixabay).
Cierto, tiene razón en parte, ser verdaderamente sincero y utilizar una estrategia comunicativa que manifieste nuestros valores puede resultar comprometido, debido a que esos valores y los de la otra parte podrían no estar en sintonía. Soy consciente que el mayor error que podría cometer es pensar que esa institución en concreto tiene una ética similar a la nuestra.
Sin embargo, hay un detalle que la colaboradora, debido a su cabreo o calor, ha pasado por alto. El producto que ofrecemos no es el que piensa. En el caso del “servicio profesional” que nos estaba ocupando, es un saber hacer integrado y grupal de un equipo en concreto, con una capacidad de adaptación, asimilación e integración especial con el cliente y, en todo caso, distinto, inimitable.
Si. como dice, mañana los representantes de ese proyecto que amamos, que hacemos nuestro, nos "hacen la cama", no importará que les hayamos enseñado tal o cual procedimiento, ya que nuestro aporte va por otro camino y está en relación con la capacidad de sufrimiento operativo y de dirección colateral que continuamente ponemos en la mesa de reuniones. En ese caso, seguiremos teniendo suerte, porque ese partner ya no será tal y no interesará labrar el futuro junto a él.