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Fuente de la imagen: Integridad y coherencia (M. Velasco, 2007) |
Es la fibra ética que impregna cada decisión y cada acción de la organización y de cada uno de sus miembros. Un programa de compliance robusto sin una cultura de integridad arraigada es como un coche de lujo sin motor: visualmente impresionante, pero incapaz de avanzar. Las políticas y procedimientos pueden ser perfectos sobre el papel, pero si no están sustentados por una convicción interna de actuar con rectitud, pueden ser fácilmente eludidos, interpretados a conveniencia o simplemente ignorados cuando la presión o la oportunidad aparece. En tales escenarios, el compliance se reduce a una fachada, un intento de evitar sanciones más que un compromiso real con la conducta ética. Por el contrario, cuando el compliance y la integridad se fusionan, se potencia una sinergia poderosa. La integridad proporciona el "por qué" y el "para qué" del compliance, dotándolo de un propósito superior. Y el compliance, a su vez, ofrece las herramientas y los mecanismos para que la integridad se materialice en el día a día de la organización. Es la estructura que permite que los valores se traduzcan en comportamientos, que los dilemas éticos se gestionen adecuadamente y que los desvíos sean detectados y corregidos. Y es que cultivar la integridad en una organización es una tarea compleja que requiere un liderazgo ejemplar, una comunicación constante de los valores, la coherencia entre las recompensas y el comportamiento ético y la valentía para abordar las faltas de forma justa y transparente. No es un destino, sino un viaje continuo y solo a través de este binomio indisoluble de compliance (como marco) e integridad (como cultura y convicción), las instituciones pueden aspirar a una sostenibilidad a largo plazo, a una reputación intachable y, fundamentalmente, a una contribución positiva y ética a la sociedad. En la era actual, el verdadero valor de una organización no se mide solo por sus resultados financieros, sino por la solidez de sus principios y la autenticidad de su compromiso. Fuente de la imagen: Integridad y coherencia (M. Velasco, 2007); mvc archivo propio.
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[1] Sitio visitado el 5/2/2011.
[2] Velasco-Carretero, Manuel (2007). Integridad y coherencia. Sitio visitado el 5/2/2011.