(mvc, Málaga, España) No pretendo dar lecciones de ecología, pero me cabreé sobremanera cuando observé que un director general entregaba varias copias del informe a estudiar. Al final, papel, tinta de impresora y encuadernación desperdiciados. Igualmente, imputaciones en papel, tinta y otro material de oficina, a las unidades de negocio que coordino. ¿De qué servía tanta concienciación, tanto uso de PDF, tanta impresión por dos caras, etc. si luego, presuntamente, se nos mide a todos por igual, con independencia del consumo realizado?
Si eres follower del Sitio de Manuel, conocerás que desde hace tiempo procuro promover el uso y movimiento de la información, a través de la digitalización que propicia la tecnología actual, no sólo con la utilización del correo electrónico o los formatos iguales o similares al PDF, sino también con el trabajo en línea, ya sea con un proveedor, cliente o colaborador, y la utilización de la firma digital y otros métodos de identificación interna. Objetivo: gastar menos en papel y tinta.
Según The Economist, On its way, at last, las mentes de las nuevas generaciones de profesionales y el avance tecnológico, favorecen la generación de ideas y conciencia a favor de la ecología. Eso está bien. Sin embargo, la contrapartida se encuentra en la exigencia de una mayor calidad de los escasos documentos que se vayan a imprimir, bien a través de la impresión en color o el uso de papel de alta calidad o brillo, que distinga el contraste. Así que a tomar nota, a ser posible en la agenda electrónica (Fuente de la imagen: pixabay).
