Para ello, además de las preceptivas inspecciones de la administración pública de turno, se encuentran herramientas como las regladas verificaciones externas y un sin fin de actividades de control por parte de organismos locales, regionales, nacionales, etc.
Pero, por encima de todo, debe estar la profesionalidad y decencia de los equipos gestores (fuente de la imagen: pixabay).